AeroPress
Paso 1
Lleva el agua a una temperatura de entre 88º y 94º dependiendo del tipo de café, su tueste y su frescura.
Paso 2
Coloca el filtro de papel o metálico dentro del portafiltros y mójalo con agua caliente para que pierda su sabor a papel.
Paso 3
Muele 15 gramos de café con un grosor medio-fino (similar a la sal de mesa) e introdúcelos dentro de tu Aero-press.
Paso 4
Pon el cronómetro en marcha, vierte 30 mililitros de agua y remueve suavemente la mezcla. La idea es conseguir una saturación uniforme sin crear demasiadas turbulencias.
Paso 5
Espera a que asiente durante 30 segundos y vuelve a verter agua, esta vez 160 mililitros, hasta casi llenar tu Aero-press.
Paso 6
Espera un minuto para que infusione correctamente y antes de cerrar el sistema con el filtro remueve bien la mezcla (unas 10 vueltas). Coloca el filtro y saca el aire sobrante en la misma posición.
Paso 7
Cambia el sentido de tu Aero-press y colócalo sobre el recipiente final. Presiona el émbolo con una fuerza constante hasta notar la resistencia del café sin agua. Si tienes que hacer mucha fuerza, probablemente tu molienda esté demasiado fina y tu café sobre-extraído. Por el contrario, si ha sido muy fácil, estará muy grueso y tu café habrá quedado substraído.
Paso 8
Si te gusta el café con un sabor intenso y mucho cuerpo, tu bebida ya está lista. Si, por el contrario, te gusta suave y delicado, le puedes añadir agua caliente para diluirlo hasta que quede de tu gusto.